El mal uso de las radiaciones ionizantes puede ser peligroso para los seres vivos, por lo que en toda actividad en la que pueda producirse una irradiación a partir de una fuente de radiación o de una contaminación radiactiva, es necesario asegurarse que las personas y otros seres vivos que se desea proteger no reciben una dosis que pueda originarles riesgos radiactivos o, menos aún, producirles un daño cierto.
“Cuando hacia la mitad del siglo XX se produjeron los desarrollos de las aplicaciones de la energía nuclear, la protección radiológica pasó a ocuparse también de los temas nucleares y adquirió el auge e importancia que hoy tiene” (más…)
Las radiografías dentales son unas pruebas habituales en muchos tratamientos odontológicos.
La exposición a la radiación preocupa a muchas personas, lo que les lleva a preguntarse cuántas radiografías dentales se pueden hacer al año sin riesgos para la salud, pero esto se debe principalmente a un desconocimiento sobre el nivel de radiación que se puede considerar peligroso.
Las radiografías dentales son imágenes de los dientes que el dentista usa para evaluar la salud bucal.
Estas radiografías se usan con bajos niveles de radiación para capturar imágenes del interior de los dientes y encías. Esto ayuda al odontólogo a identificar problemas, como caries, infecciones en el hueso o dientes impactados.
Las radiografías dentales son herramientas muy comunes y son tan importantes como las exploraciones intraorales.
Lo habitual es realizar radiografías anualmente durante el chequeo rutinario para descartar la presencia de posibles anomalías o patologías.
Si se está siguiendo la evolución de un problema o de un tratamiento dental, lo normal es que esas radiografías se realicen con mayor frecuencia.
Los factores que afectan la frecuencia con la que se hacen radiografías dentales pueden incluir:
Si se acude por primera vez a la clínica dental, probablemente se someterá a radiografías dentalespara que el nuevo odontólogo pueda obtener una imagen clara de la situación y salud dental.
Los niños pueden necesitar radiografías dentales con más frecuencia que los adultos ya que se producen cambios más rápidamente y se debe controlar el crecimiento de los dientes permanentes.
En las clínicas se utilizan diferentes sistemas radiográficos según el tipo de información que se quiera obtener.
Se suele utilizar para obtener información anatómica general de la boca, principalmente en la primera cita para tener una visión general de la situación del paciente. Muestra el estado de las raíces y si hay algún diente impactado.
También denominada teleradiografía lateral de cráneo, no está considerada como prueba radiográfica.
Consiste en obtener información de las dimensiones del cráneo y mandíbula desde una vista lateral.
Esta modalidad se utiliza para identificar maloclusiones y planificar los tratamientos de ortodoncia.
El TAC dental es la prueba más común en tratamientos de implantes. A través de los rayos X se muestra una imagen tridimensional completa de dientes y huesos.
Mediante la introducción de una placa dentro de la cavidad oral se consigue una imagen de la un diente completo (corona y raíz).
Si bien las radiografías dentales implican radiación, los niveles expuestos son tan bajos que se consideran seguros tanto para niños y como para adultos.
En el caso concreto de las radiografías dentales, al estar localizadas, el paciente recibe menos radiación que en las radiografías generales gracias a los elementos de protección.
El daño que la radiación produce en el cuerpo humano se mide con una magnitud que se llama dosis de radiación cuya unidad es el sievert (Sv) y para el cálculo de las radiografías se suele utilizar la milésima de esta unidad el milisievert (mSv), según el Consejo de Seguridad Nuclear.
Actualmente es más habitual usar radiografías digitales en lugar de radiografías convencionales reveladas en placas, siendo los riesgos de exposición a la radiación aún más bajos.
Además se coloca un delantal de plomo sobre el pecho, abdomen y región pélvica para evitar cualquier exposición innecesaria a la radiación en los órganos vitales. También se puede usar un collarín plomado para proteger la tiroides.
El embarazo es una excepción a la regla. Las mujeres que están embarazadas o creen que pueden estarlo deben evitar todo tipo de radiografías ya que la radiación no se considera segura para los fetos en desarrollo.
Las radiografías dentales no requieren preparación especial. El aparato de rayos X se coloca junto a la cabeza y el captador se coloca en el interior de la boca para tomar las radiografías a estudiar.
Cuando las imágenes están listas, al instante en el caso de las radiografías digitales, el odontólogo las revisará y verificará si hay anormalidades o patologías. Si aparecen problemas, como caries o quistes, discutirá las diferentes opciones de tratamiento necesarias.
El embarazo causa cambios hormonales que pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades de las encías, así como afectar a la salud del bebé en desarrollo, por ello es importante mantener un buen cuidado bucodental, realizándose revisiones y limpiezas preventivas.
Aunque lo ideal es posponer los posibles tratamientos dentales hasta después del parto, cualquier procedimiento urgente puede y debe realizarse.
Todos los trabajos dentales que sean necesarios para reducir la posibilidad de infección, deben realizarse. Lo ideal es realizarlos durante el segundo trimestre ya que en el tercero, puede ser difícil e incómodo recostarse en el sillón dental durante un tiempo prolongado.
A su vez, no hay que olvidarse de seguir cuidando, si cabe, aún más la salud bucodental durante este periodo ya que pueden aparecer de manera más asidua inflamación y dolor en las encías, que pueden derivar a enfermedades como la gingivitis o periodoncitis.
Si fuese necesario realizar una radiografía dental durante el embarazo, lo normal es que el profesional sea el que decida si esperar a después del parto o realizarla al tratarse de una emergencia.
La mayoría de las radiografías dentales son seguras durante el embarazo, teniendo una extrema precaución para proteger a la madre y al bebé, cubriendo tanto el abdomen como el tiroides con delantales y collarines plomados, minimizando así la exposición a la radiación.
Además, los avances en la tecnología han hecho que los aparatos de rayos x sean mucho más seguros y el nivel de expocisión y sus riesgos sean menores. De hecho, en el caso de las radiografías dentales el nivel de radiación es mucho menor que en otro tipo de radiografías, al encontrarse muy localizado. El dentista será el encargado de indicarle y evaluar si, en su caso concreto, es posible someterle a una radiografía.
El personal sanitario en la clínica dental está expuesto a diario a una serie de riesgos laborales en la clínica dental propios del sector odontológico con consecuencias y peligros para su salud. Mediante medidas preventivas, el centro dental está obligado a facilitar al trabajador todos los recursos necesarios para minimizar los efectos de estas contingencias inherentes a la profesión.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales refleja que todo profesional y empresario es el responsable de su propia integridad y de la de los trabajadores a su cargo. El odontólogo debe ser consciente de la relevancia de velar por la seguridad del paciente, del equipo y por la suya propia.
El objetivo de este artículo es concienciar a los trabajadores de la clínica dental sobre aquellos riesgos laborales en la clínica dental, aquellas enfermedades y accidentes a los que están expuestos, propios de su labor y ofrecer unas pautas recomendadas para evitarlos en la mayor medida.
Son aquellos que se producen debido al uso de las instalaciones y el equipamiento de la clínica, como caídas al mismo o distinto nivel, daños provocados por el instrumental y la aparatología o riesgos eléctricos.
Para evitarlos, es necesario mantener el buen orden y limpieza del mobiliario y los objetos de la clínica, además de disponer de una adecuada señalización de las diferentes zonas de trabajo, indicando mediante carteles de advertencia aquellos espacios o áreas de mayor riesgo.
Del mismo modo, es fundamental trabajar a un ritmo de trabajo adecuado, que permita al trabajador poder prestar atención a cada una de las tareas desempeñadas.
Para evitar accidentes eléctricos, es necesario privar el uso continuado de los aparatos que pueda llevar a la sobrecarga eléctrica, y accionar las fresas directamente dentro de la boca del paciente, nunca fuera.
Otros de los riesgos físicos al que están expuestos los profesionales odontológicos por el uso de la aparatología de la clínica dental son:
En la consulta dental existen multitud de productos químicos peligrosos para la salud que pueden producir daños por acción directa o sensibilización indirecta, lo cual hace que estos sean unos de los riesgos laborales en la clínica dental más peligrosos.
Entre ellos se encuentran los antisépticos, anestésicos o mercurio. Los peligros a los que está expuesto el trabajador son quemaduras, dermatitis, asma y daños cerebrales, respiratorios o renales, entre otros. Es importante que los dentistas utilicen la protección necesaria para el uso de estos productos, además de revisar su correcto etiquetado y composición.
La medida de seguridad más efectiva es la ventilación, ya que reduce los niveles de concentración en el aire. Del mismo modo, es necesario limitar las horas de trabajo con productos peligrosos.
Otra medida preventiva es la utilización de guantes de látex sin polvo, para minimizar el número de partículas que se aspiran y que pueden producir peligros en la salud.
Los profesionales odontológicos están en contacto con la sangre y los fluidos orgánicos potencialmente infecciosos, con capacidad para transmitir bacterias, virus y hongos, pudiendo producirse una infección cruzada.
Para evitar cualquier contagio, es necesario seguir una serie de normas de prevención.
En la profesión del odontólogo es común que se realicen sobreesfuerzos a nivel físico y mental, debido a las largas jornadas de trabajo y a la toma de decisiones que afectan a la salud de las personas.
El uso de los distintos aparatos y guardar la misma postura durante horas pueden provocar inflamación, dolor y contracturas en espalda, extremidades superiores, manos y muñecas.
Para evitar estos daños, es necesario realizar estiramientos musculares especialmente indicados para profesionales odontológicos, contar con una silla dental adecuada y respetar los tiempos de descanso.
Una postura de trabajo correcta es aquella que permite al especialista mantener los pies apoyados en el suelo, con los brazos pegados al cuerpo, los antebrazos flexionados y alineados con las manos y una visión en línea recta, sin necesidad de realizan ninguna torsión del cuello.
La gran responsabilidad propia de la profesión hace que muchos trabajadores de las clínicas dentales sientan ansiedad, estrés, cefaleas, trastornos digestivos o depresión, entre otros daños.
Para evitar estos riesgos laborales en la clínica dental es necesario que se realicen periodos de descanso entre cada paciente y organizar la actividad diaria en el centro para evitar labores demasiado repetitivas.
A nivel social, la cooperación entre compañeros y el buen ambiente de trabajo son factores clave.
A nivel personal, seguir una alimentación equilibrada y realizar ejercicio físico de manera frecuente ayuda a evitar padecer este tipo de sobrecarga.
Documento preparado por el Ministerio de Salud, que pretende ser una herramienta normativa y unificadora de criterios en el proceso de identificación y evaluación de la exposición a agentes Citostáticos en los puestos de trabajo y las tareas laborales de los Centros de Quimioterapia, como también su control y seguimiento.
Objetivo del Curso:
Proporcionar al personal de salud que tenga o pueda tener relación con fármacos citostáticos, los
conocimientos necesarios y las herramientas para que puedan desarrollar sus funciones
minimizando los riesgos laborales no sólo en las técnicas de preparación, transporte y
administración, sino en la formación en las medidas preventivas que se pueden aplicar pata
eliminarlos o minimizarlos, y las precauciones que hay que tener en cuenta para proteger la salud.
Dirigido:
La capacitación está dirigido a personal profesional / técnico / auxiliar, que se desempeña en el
área de salud clínica u hospitalaria.
Metodología Aplicada:
Presencial grupal. Modalidad activa para adultos, con participación interactiva, dinámica y permanente entre docentes y alumnos.
Los cursos se desarrollarán de manera teórico / práctica, siendo fundamental la vivencia de aprendizaje que contempla conversaciones interactivas entre alumnos y docentes, resolución de dudas y consultas, discusión y solución de casos prácticos, revisión de documentos y trabajos grupales y ejercicios de práctica, para su posterior comentario y análisis.
Contenidos:
Introducción a la Prevención de Riesgos Laborales
Higiene Industrial
Toxicología Laboral
Fármacos Citostáticos
Etapas en el Manejo de Citotóxicos
Fase Preparación
Fase de Distribución,transporte y administración
Fase de Eliminación
Normativa Vigente
Medidas Preventivas en la Manipulación de Fármacos Citostáticos
Programa de Curso
La disciplina preventiva que estudia las condiciones de los puestos de trabajo identificando, evaluando y controlando los riesgos que originan los accidentes laborales o las enfermedades profesionales se denomina higiene industrial.
Es importante que los trabajadores estén en buenas condiciones, tanto físicas como mentales. Para eso está la prevención de riesgos laborales en hospitales y clínicas, para garantizar la salud de los trabajadores y de sus pacientes. Para realizar estos objetivos las organizaciones tienen que contar con un plan de seguridad e higiene laboral adecuado.
La Organización Mundial de la Salud define la salud como:
“El estado de bienestar mental, físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.”
La seguridad laboral es el conjunto de normas y procedimientos que ofrece la protección física y mental de los trabajadores, eliminando los riesgos, o reduciendo el daño que puedan sufrir de estos riesgos ya sean enfermedades o accidentes, y teniendo en cuenta los factores que pueden tener influencia en unas altas o bajas posibilidades de que esto suceda, en función de las condiciones de cada trabajo.
Para poder aplicar las medidas específicas hay que estudiar tres puntos para identificar los riesgos más potenciales:
Se realizará una evaluación de los riesgos en cada puesto e instalación, para identificar los posibles accidentes y situaciones anteriores que han generado accidentes, o problemas de higiene en el trabajo. De esta manera contaremos con la información para saber qué medidas tenemos que aplicar para evitar que vuelvan a pasar.
El encargado del hospital tiene que facilitar la información y hacer cumplir las medidas de seguridad laboral y los trabajadores tienen que cumplir las medidas tomadas y colaborar.
La higiene en el trabajo es todo el conocimiento que engloba los aspectos técnicos, que nos sirven para identificar y solucionar todos los tipos de causas de origen ambiental y las condiciones de higiene en el ambiente laboral que engloba en el entorno laboral lo psicológico.
Para poder diferenciar lo que es higiene laboral con seguridad laboral, se pueden definir e la siguiente manera: la higiene laboral busca conservar la salud y prevención de enfermedades laborales, mientras que la seguridad laboral se centra en la prevención y protección de los riesgos propios de la actividad realizada.
Tienen que disponer de un plan de prevención adaptándose a cada lugar de trabajo, no debe ser solo requisitos formales o documentos. Es de vital importancia que se planifique con tiempo todos los distintos aspectos de la organización del plan de prevención en los hospitales.
Se recomienda tener para cada una de estas medidas una persona responsable.
En el trabajo de ámbito sanitario existen muchas clases de riesgos, por eso nos vamos a centrar en las que más se suelen dar.
Riesgo biológico. En los hospitales el riesgo biológico es elevado, la exposición puede ser por bacterias, virus, hongos y otros organismos que pueden introducirse en nuestros cuerpos por una herida en la piel o directamente, pudiendo provocar infecciones agudas o crónicas.
Riesgo físico. En esta clasificación se incluye todo lo que afecta a nuestro cuerpo directamente: ruido, temperatura, iluminación, radiaciones, golpes con objetos.
Riesgos químicos. Son sustancias nocivas que se encuentran en distintas formas sólido, líquido, aerosoles, gases y polvo. Generan daños por inhalación, absorción o ingestión.
Riesgos psicosociales. A pesar de que no se le da mucha importancia es uno de los riesgos que más problemas está dando estos últimos años. El burnout o las agresiones por de los pacientes o familiares es una de las causas que más provoca depresión y ansiedad entre los trabajadores.
La radiología veterinaria es una técnica por la cual se realizan diversos diagnósticos a animales con algún tipo de patología. Junto con la ecografía, la radiografía veterinaria es la técnica más empleada actualmente, ya que está al alcance de la mayoría de los veterinarios clínicos.
En el mundo de la radiología veterinaria, emplearemos la técnica de la radiografía para:
Para interpretar una imagen radiográfica y efectuar una valoración sistemática correcta en radiología veterinaria, es necesario seguir un procedimiento concreto y riguroso. Aquí te contamos todos los pasos:
Estos son los parámetros generales a la hora de realizar un estudio radiológico del paciente, pero cada zona o cada sistema tiene sus propias especificidades. Por ejemplo, a la hora de valorar el sistema musculoesquelético, es necesario conocer la conformación articular normal de cada una de las articulaciones para poder alinear la columna vertebral correctamente. Asimismo, en cuanto al tejido óseo, tendríamos que saber si nos encontramos ante un proceso reactivo localizado o si, por el contrario, afecta de forma general a todo el tejido óseo corporal, mostrando un incremento o disminución de la densidad ósea.
De unos años a esta parte, empezó a implantarse la radiografía clínica digital, transición necesaria debido a sus múltiples ventajas frente a la analógica, pero que supone un esfuerzo económico para muchas clínicas.
Dentro de la radiografía clínica digital, diferenciamos dos tipos básicos: la radiografía computarizada y la radiografía digital directa. En ambos casos, se utiliza un tubo de rayos X convencional, por lo que la diferencia entre una y otra radica en la forma de registrar la imagen radiográfica. La radiografía computarizada se denomina también radiografía digital indirecta, y se basa en la utilización de chasis especiales que contienen una pantalla de cristales de fósforo fotoestimulable en lugar de una película radiográfica convencional. Al realizar la radiografía, los rayos X que manan del paciente actúan sobre la pantalla de fósforo creando una imagen latente. El chasis se introduce entonces en un dispositivo lector, que extrae la pantalla, la escanea mediante un haz de luz láser y envía la información a un sistema informático, que mostrará la imagen final en un monitor.
Por su parte, la radiografía veterinaria digital directa no requiere la utilización de chasis ni de dispositivos lectores, sino una placa detectora que, generalmente, se encuentra fija dentro de la mesa de rayos. La placa está conectada, vía cable o wifi, directamente a un sistema informático. Los rayos X que manan del paciente inciden sobre la placa detectora y esta envía la información en forma de señales eléctricas directamente a la estación de visualización, que mostrará la imagen radiográfica digital en escasos segundos. Dentro de esta modalidad de la radiografía veterinaria digital, encontramos dos tipos básicos de equipos:
Fuente: vetersaludformacion
Curso de “PROTECCIÓN RADIOLÓGICA ” , este curso es válido para la obtención de la Autorización de Desempeño para las personas que utilizan Equipos de Rayos X o Fuentes Radiactivas (Instalaciones Radiactivas de 1ra, 2da y 3ra Categoría), de acuerdo a la exigencia del Decreto Supremo N°133 del Ministerio de Salud ”Reglamento sobre Autorizaciones para Instalaciones Radiactivas o Equipos Generadores de Radiaciones Ionizantes, Personal que se desempeñe en ellas u opere tales Equipos y otras.
En el marco de la alerta Sanitaria y la situación mundial producida a causa del virus Sars cov-2, por medio de la circular del Minsal 0010 del 19 de Junio de 2020. IPR modifica temporalmente sus cursos presenciales de Protección Radiológia (circular B33/Nº37 del año 2014) al formato Online/Sinscrónico.
Si se trata de un niño pequeño, seguramente la mascarilla debe ser puesta por un adulto. Sigue estos pasos para una total seguridad:
Nombre Curso: Biseguridad
Duración Cronológica del Curso: 16 horas cronológicas.
Carga Académica del Curso: 16 horas.
Fecha Inicio Curso: Todos los días del año.
Reproducción del Curso: Todos los días del año.
Valor: $40.000 por persona.
Matrícula: costo cero.
Modalidad: A distancia (e-learning).