Los residuos radiactivos son materiales en forma gaseosa, liquida o sólida para los que no está previsto ningún uso, que contienen o están contaminados con elementos químicos radiactivos (isótopos radiactivos o radionucleidos) en concentraciones superiores a las establecidas por los organismos reguladores.
Estos residuos pueden suponer un riesgo para el ser humano y el medio ambiente, debido a las radiaciones ionizantes que emiten los radionucleidos que contienen, por lo que deben ser controlados y gestionados de manera segura. Sin embargo, a diferencia de otros residuos tóxicos que se generan en otras actividades industriales, la toxicidad de los residuos radiactivos decrece con el tiempo, a medida que se desintegran los isótopos y se transforman en elementos químicos estables.
Los residuos se clasifican en función de su almacenamiento definitivo. Para ello, los parámetros que hay que tener en cuenta son el periodo de semidesintegración (el tiempo que tardan los isótopos radiactivos en reducir su actividad a la mitad) de los radionucleidos que contiene el residuo, y la proporción de emisores alfa que contienen.
Los residuos de baja y media actividad reducen su radiactividad a la mitad en menos de 30 años. Pueden ser herramientas, ropa de trabajo, instrumental médico Pueden ser herramientas, ropa de trabajo, instrumental médico y otros materiales utilizados en algunas industrias, hospitales, laboratorios de investigación y centrales nucleares.
Estas son sus características más distintivas:
La mayor parte de los residuos radiactivos generados en España son residuos de baja y media actividad, producidos en hospitales, centros de investigación, industrias y centrales nucleares.
Dentro del grupo de residuos de baja y media actividad se incluyen los residuos radiactivos de muy baja actividad que, por su bajo contenido radiactivo, precisan de menores requisitos para su gestión. Decaen suficientemente tras un período temporal de almacenamiento inferior a 5 años, después del cual, son declarados exentos.
La mayor parte de estos residuos tiene su origen en el desmantelamiento de las centrales nucleares, y representan un volumen muy importante dentro del conjunto de residuos de baja y media actividad.
Sus características principales son:
Se tratan, principalmente, del combustible irradiado de los reactores nucleares y otros materiales con niveles elevados de actividad, normalmente con un contenido apreciable de radionucleidos de vida larga.
Los residuos de alta actividad están construidos básicamente por el combustible gastado en los reactores nucleares y por otros materiales con niveles elevados de radiactividad, normalmente con un contenido apreciable de radionucleidos de vida larga.
Estas son sus principales características: